Poesia del siglo XIX

 La poesía ecuatoriana del siglo XIX se ha caracterizado por ser esencialmente costumbrista y, en general, muy ligada a los sucesos exclusivamente nacionales, con narraciones que permiten vislumbrar cómo es y se desenvuelve la vida del ciudadano común y corriente. El origen de la literatura ecuatoriana se remonta a las narraciones ancestrales que pasaron de generación en generación; estas primeras historias trataron temas fantásticos, mitológicos y legendarios.


José Joaquín Olmedo 


José Joaquín de Olmedo y Maruri (Guayaquil, 20 de marzo de 1780-ibíd., 19 de febrero de 1847) fue un abogado, político y poeta ecuatoriano. Fue uno de los personajes con mayor trascendencia y participación en la historia ecuatoriana. Su figura se hizo notable en la era independentista, en la integración grancolombiana y en los inicios republicanos de Ecuador.



OBRAS:

En 1821 escribió su hermosa Canción al 9 de octubre considerada el primer himno que ha tenido el territorio ecuatoriano.

En 1823 editó en Lima su traducción del inglés del Ensayo sobre el hombre de Alexander Pope, en 45 páginas.

En 1825 compuso una Marcha, el poema La Libertad.

En 1837 escribió la Canción del 10 de agosto, que como ha demostrado el padre Espinosa Pólit, sirvió de antecedente al actual himno nacional.

En 1840 escribió En la muerte de mi hermana. En 1843 editó Ocios poéticos del General Flores y una oda en su obsequio en 52 págs.

De allí en adelante sus cantos comenzaron a republicarse con gran éxito. En 1848 salió en Valparaíso un volumen de Obras Poéticas, única colección revisada y corregida por Olmedo, meses antes de su muerte. La segunda edición data de 1853, París, 214 págs. Hay otras posteriores.

Ejemplo de uno de sus poemas mas reconocidos:

Canto a Bolivar


El trueno horrendo que en fragor revienta

y sordo retumbando se dilata

por la inflamada esfera

al Dios anuncia que en el cielo impera.

Y el rayo que en Junín rompe y ahuyenta

la hispana muchedumbre

que, más feroz que nunca, amenazaba,

a sangre y fuego, eterna servidumbre,

y el canto de victoria

que en ecos mil discurre, ensordeciendo

el hondo valle y enriscada cumbre,

proclaman a Bolívar en la tierra

árbitro de la paz y de la guerra.

Las soberbias pirámides que al cielo

el arte humano osado levantaba

para hablar a los siglos y naciones

-templos do esclavas manos

deificaban en pompa a sus tiranos-,

ludibrio son del tiempo, que con su ala

débil, las toca y las derriba al suelo,

después en en fácil juego el jugaz viento

borró sus mentirosas inscripciones

y bajo los escombros confundido

entre la sombra del eterno olvido

-¡oh de ambición y de miseria ejemplo!-

el sacerdote yace, el dios y el templo.

Mas los sublimes montes, cuya frente

a la región etérea se levanta,

que ven las tempestades a su planta

brillar, rugir, romperse, disiparse,

los Andes, las enormes, estupendas

moles sentadas sobre bases de oro,

la tierra con su peso equilibrando,

jamás se moverán. Ellos, burlando

de ajena envidia y del protervo tiempo

la furia y el poder, serán eternos

de libertad y de victoria heraldos,

que con eco profundo,

a la postrema edad dirán del mundo:

«Nosotros vimos de Junín el campo,

vimos que al desplegarse

del Perú y de Colombia las banderas,

se turban las legiones altaneras,

huye el fiero español despavorido,

o pide paz rendido.

Venció Bolívar, el Perú fue libre,

y en triunfal pompa Libertad sagrada

en el templo del Sol fue colocada».

Dolores Veintimilla

Nació en Quito en 1829, hija de don José Veintimilla y de doña Jerónima Carrión. Pertenecía a una familia aristócrata y recibió una esmerada educación, estudió en el Colegio Santa María del Socorro y más tarde en el Convento de Santa Catalina de Siena. Dolores estudió música, sabía tocar el piano y la vihuela; recibió clases de dibujo y pintura. De gran inteligencia y sensibilidad, leía con avidez cuánto libro llegara a sus manos, logrando una sólida y variada ilustración, difícil de encontrar en las mujeres de esa época. Empezó a escribir poesías desde muy joven.

Durante su corta vida fue la creadora de poemas de corte romántico1 que están cargados de esos elementos que asocian a la mujer con el papel de víctima: tristeza, anhelo del pasado, un amor frustrado, pesimismo, etc. Su poema Quejas está lleno de esos sentimientos. El fracaso en su matrimonio con el médico colombiano Sixto Galindo. Así como su pensamiento adelantado a la época, marcarían la personalidad y los trabajos posteriores de Dolores. Durante toda su vida se enfrentó al machismo. La persecusión e incomprensión de la sociedad cuencana la llevó al suicidio.


Numa pompillo llona

Nacido el 5 de marzo de 1832 en Guayaquil y bautizado con el nombre de Manuel Pompilio. Posteriormente adoptaría el de Numa Pompilio, más de acuerdo a sus anhelos de grandeza. Fue, como poeta ecuatoriano, uno de los más eminentes exponentes del paso del romanticismo al modernismo.


El Poeta coronado, así se conoce a Numa Pompilio Llona quien con su poesía apasionada y alegre pero a veces misera y sombría devino en uno de los bardos mas reconocidos de Ecuador. Su origen noble parecía augurarle una vida plena de experiencias y grandiosidades como efectivamente sucedió.
Obras de Numa Pompilio Llona
Entre sus piezas literarias se reconocen variados temas sobre los eventos y situaciones de la vida. Redactó sobre temáticas religiosas y patrióticas, estéticas y filosóficas. Así como indagaba en temas lo hacia en posibles lectores. No hay un escrito suyo que no esté consagrado a una personalidad o a un pueblo.

Cien sonetos nuevos
Interrogaciones
Amor supremo
Himnos, dianas y elegías patrióticas y religiosas
De la penumbra a la luz
Cantos americanos
Nuevas poesías
Artículos en rosa
Noches de dolor en las montañas
Canto a la vida
Odisea del alma
Clamores de Occidente
El gran enigma
Noche de dolor en las montañas
Grandeza moral
La bandera del Ecuador


Julio Zaldumbide


Nació en Quito el 5 de julio de 1833 hijo de don Ignacio Zaldumbide Izquierdo y de doña Felipa de Gangotena y Tinajero y falleció el 31 de julio de 1887, de consumada rectitud académica realizó estudios de Derecho y Filosofía y su vida se desarrolló, entre su consumado republicanismo político y su concepción romántica de la poesía.

Realizó todos sus estudios en su ciudad natal, y luego de alcanzar el título de Bachiller en Filosofía y Letras ingresó a estudiar Jurisprudencia en la Universidad Central de Quito, carrera que abandonó muy pronto para dedicarse exclusivamente y con verdadera vocación a la literatura.


Obras: 

Creó varios poemas y sonetos, además de unos pocos denominados ´´naturaleza´´

A la soledad del campo (A ti me acojo, soledad querida)
A María (Esposa casta, Virgen sin mancilla)
A mi corazón (¡Corazón! ¡Corazón! ¿Por qué suspiras?
A mis lágrimas (Corred, lágrimas tristes)
Al dolor (Hiere, hiere, ¡oh Dolor! He, aquí desnudo)
Al sueño (En otro tiempo huías)
El amor en la adolescencia (¿Quién eres tú, oh muda compañera)
La estrella de la tarde (¡Salud, oh estrella de la tarde!, rosa)
Las estaciones. A Laura (Cuatro estaciones hay en nuestra vida)
La eternidad de la vida (Cosas son muy ignoradas)
La noche (¡Oh noche! ¡Oh madre de la luz! Ahora)
Madrigal (¿Qué dices, Laura, de esta flor? ¡Qué hermosos)
Melancolía. A Laura (Flota en los aires, de la tarde el velo;)
Trova (Son tus ojos dos estrellas)

Al dolor

Hiere, hiere, ¡oh Dolor! He, aquí desnudo

mi inerme pecho: el protector escudo
que en otro tiempo rechazó tus dardos,
roto en pedazos estalló a tus golpes,
y contra ti ya nada me defiende.
¡A ti me entrego en mi fatal despecho!
Hiere, pues, rompe, hiende,
destroza sin piedad mi inerme pecho.
Pero sabe, oh Dolor, que, aunque rendido,
a ti me doy perdida la esperanza;
no me verás doblar la erguida frente
y el rudo bote de tu ardiente lanza
del corazón herido
no arrancará ni queja ni gemido
ni de su llanto hará correr la fuente.
Y acaso el solo ruego
que escuchen de mis labios tus oídos,
será que de tu brazo formidable
en mí descargues tan tremendo y fuerte
que con sólo ese golpe me des muerte,
dando fin a esta vida miserable.

Juan Montalvo

Juan María Montalvo Fiallos fue un escritor y filósofo ecuatoriano nacido en Ambato el 13 de abril 1832. Luchó contra dictadores de la época: Gabriel García Moreno e Ignacio de Veintemilla. Entre sus obras más destacadas están: Las Catilinarias, Siete tratados, Geometría Moral y Capítulos que se le olvidaron a Cervantes (secuela de Don Quijote de la Mancha).

Juan Montalvo es uno de los más grandes pensadores de nuestro país y de América Latina. Y el mayor de nuestros periodistas nacionales. Vivió en el siglo 19, durante un período de inestabilidad política y restricciones de las libertades públicas. Pasó su vida defendiendo la libertad de prensa y combatiendo las tiranías y el clericalismo.
Obras
Montalvo produjo una cantidad inmensa de escritos y ensayos. Entre sus obras más emblemáticas destacan las siguientes:

– El cosmopolita (1866-1869)

– El precursor del cosmopolita (1867)

– El masonismo negro (1868)

– Bailar sobre las ruinas (1868)

– El bárbaro de América en los pueblos civilizados de Europa

– Diario de un loco

– El libro de las pasiones

– La dictadura perpetua (1874)

– El último de los tiranos (1876)

– De las virtudes y los vicios

– El regenerador (1876-1878)

– Las catilinareas (1880-1882)

– Siete tratados (1882-1883)

– Capítulos que se le olvidaron a Cervantes (1895)

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